XOXO

lunes, 29 de noviembre de 2010

V su manera de pedir disculpas

Ruby asomó la cabeza en la habitación de Vanessa. Emborrachada vestía un saco negro, pantalones vaqueros y zapatos de color negro. Se había cortado el pelo y afeitado con la cuchilla super corto.
- Algunos de correo? - Ruby preguntó.
Vanessa negó con la cabeza. Sus padres viajaban por Europa, un recorrido por algunos museos de arte y que no garantiza ni una postal.
- Las llamadas de teléfono?
Vanessa negó con la cabeza de nuevo.
- ¿Alguna posibilidad de que vengas conmigo? Ruby-propuso. – tu debes de estar de vacaciones, ya sabes.
Vanessa alzo los hombros de nuevo y se cerró la chaqueta hasta la barbilla. Todavía estaba enojada con su hermana al tomar prestada la cámara sin pedírsela a ella, y todavía no quería hacer nada más que hablar con Dan, Ella no habló con Dan desde que salió de su casa el
Viernes - cuánto tiempo habían estado sin hablar desde que se convirtieron en amigos hacia años. Ella quería explicarle todo a él, el desastre completo del enlace de la web no era más que un terrible accidente y Vanessa acaba de comprar la ropa interior de Victoria's Secret, porque pensaba que lo ayudaría a relajarse y divertirse. Te digo que eran amigos lo suficiente como para enojarse con cada cosa y disculparse un millón de maneras diferentes. Pero esperaba que en
el fondo Dan la conociera lo suficiente como para imaginar que nunca pondría una película en internet de su hermana así. Y esperaba que en el fondo él entendiera la había humillado cuando ella estaba de pie, casi desnuda, con un mínimo de ropa interior, y que debería pedir disculpas en primer lugar.
- Muy bien. Nos vemos más tarde. Tengo una comida para ti - Ruby dijo, volviéndose hacia arriba.
Vanessa fue a la computadora para comprobar por enésima vez si Dan le había mando algún correo electrónico.
Esta vez había! Era un poema! Sacó una silla y con ansiedad dio clic dos veces en el archivo.
Tan pronto como abrió, empezó a leer.
Leyó el poema tres veces en la pantalla antes de imprimirlo y leerlo de nuevo. Las palabras eran feas y molestas, y el dolor. Dan no la había perdonado, fue muy claro.
Pero Vanessa siempre había sido capaz de ver la belleza en las cosas feas, y leyó las solicitudes de publicación en la ira suficiente para saber que el poema era especial. Estaba lleno de ricas metáforas y un lenguaje apasionado, y aunque él quería enterrar la cabeza cubierta y en lágrimas, no podía dejar de admirar las palabras inteligentes. Era brillante.
Incluso si nunca Dan hablaba con ella, y aunque en el poema él la retrato como una persona horrible y él pensó que ella era, ella se encontraba con que el poema fue publicado.

Dan nunca trató de publicar cualquier cosa, pero él no se había vuelto insensible al abrir una copia de The New Yorker y vio a su poema "Putas" impreso en la revista. ¿Qué maravillosa manera de impresionar a las universidades a las que se estaba aplicando. Ella no podía dejar de hacerlo.

Vanessa Saltando de la silla, de la sala de Ruby para encontrar una copia de The New Yorker atrapada debajo de la puerta del armario. Examino la revista para encontrar el nombre del editor, regresó a la computadora y escribió una carta a él, poniendo el nombre de Dan y la dirección en un sobre sellado para la respuesta.

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